viernes, 13 de enero de 2017

Fe


Continuando con el principio de la Fe, hace algunos años se me invito a participar en el Programa de las mujeres jóvenes, el Progreso Personal, me sentía muy entusiasmada de hacerlo, acababa de regresar de una misión y pensé que eso podía ayudarme a fortalecer el testimonio que ya había adquirido al servir de tiempo completo, entonces me asignaron a una muy buena jovencita para trabajar con ella, pero la verdad es que nunca me hice el tiempo para poder hacerlo. Tiempo después en la ciudad de México se me volvió a invitar, nuevamente me asignaron a una jovencita que tiempo después salió a una misión, pero en ese entonces creo que no me sentí muy motivada en llevar el progreso Personal; creo que la verdad no comprendí muy bien para que era este programa y de que podía servirme a mí un programa hecho para Jovencitas; así que creo que el Padre quería darme una buena lección, se me llamo a servir dentro de la organización de las Mujeres Jóvenes y se me hizo el hincapié en motivar a cada joven a trabajar en el Progreso Personal, por lo que sentí la presión de hacerlo esta vez para poder saber de qué manera motivarles. Platicando con mi compañero Eterno comprendí que este programa no se había creado con el fin de presionar a las jóvenes e imponerles más cargas, sino más bien, se creó para ayudarles a vivir y disfrutar los principios y valores que de hecho todo miembro de la iglesia debería estar viviendo. Tengo una hija pequeña, y al leer cada uno de los Valores que se encuentran en este pequeño manual, pensé en que esto es lo que me gustaría que ella pudiera comprender y vivir el resto de su vida.
Me llamo mucho la atención que el primer valor que aparece en el Progreso personal es la Fe, dentro de este valor, así como en los demás, se realizan algunas experiencias o metas y proyectos que las jóvenes tienen que ir realizando mientras están en la organización, cuando las completan ellas e gradúan y reciben un medallón de la Mujer Virtuosa, y siguen progresando; En la primera experiencia del valor Fe, se invita a las jóvenes a leer una serie de escrituras relacionadas con este principio, y también se les pide que lean dos discursos de conferencias generales relacionadas con la Fe, y crear el habito de orar continuamente por 3 semanas (y continuar haciéndolo, claro). Al comenzar con esta experiencia me encontré con una de mis escrituras favoritas que se encuentra en el Libro de Mormón, en el libro de Éter capítulo 12. En este capítulo habla prácticamente de como la Fe precede al milagro; muchas veces durante un periodo largo de mi vida yo aprendí por mi familia que la fe era confiar en que si algo en mi vida andaba mal, solo tenía que pedir a Dios que resolviera el problema, incluso podía exigirle y reclamarle si las cosas no salían como yo quería; al conocer el evangelio y leer este capítulo comprendí que la fe requiere más que solo creer que Dios puede solucionar los problemas, comprendí que muchas veces yo tengo que hacer mi parte, tengo que sacrificar aquello que quizá no me permite avanzar en mi vida a fin de ver cambios en ella, debo hacer aquello que quizá me parece imposible, pero que para Dios lo es. Puse en práctica esta parte cuando al escuchar a los misioneros hablar sobre la ley del Diezmo, decidí dar mi diezmo sabiendo que el padre supliría lo que realmente necesitaba, y pude ver grandes milagros al ver que en mi hogar el alimento no faltaba, cuando sentí que debía ir a una misión aun sabiendo que el solo tomar esa decisión no sería para nada fácil, fui obediente a su llamado y aun hasta la fecha he visto grandes milagros en mi familia y en mi propia vida. Me gusta mucho ver el ejemplo de los Profetas al dar ejemplo de este principio; Moisés de la antigüedad, por ejemplo, él era un hombre lento en habla, por un momento dudo que el pudiera hablar a faraón y liberar a su pueblo, pero confió en que si bien dentro de él no había más que debilidades de hombre, Dios podía hacer la parte que él no podía, se presentó a faraón, profetizo, y libero a su pueblo; al estar frente al mar rojo y escuchar la voz del señor decir que si ponía su vara el mar seria partido, quizá tampoco pudo ser fácil de pensar que eso pudiera ocurrir, sin embargo fue obediente y Dios dividió las aguas y sobre tierra seca paso el pueblo de Israel. Cuando el hermano de Jared siguió la instrucción de hacer estos botes que les permitirían llegar a la tierra prometida, sabía que no habría luz, acudió a Dios por una solución, y por su Fe él supo que Él podría tocar estas piedras y ellas darían luz, gracias a su fe él pudo ver el dedo del Señor, porque no dudo en que él podía hacer todas las cosas.

Muchas veces para nosotros como humanos hay cosas que parecieran difíciles de realizar, decisiones difíciles de tomar, pero si oramos al Padre y le pedimos fortaleza para realizar todo lo que él nos ha mandado, sé que el podrá fortalecernos, nos dará una perspectiva eterna de por qué lo hacemos y eso hará un poco más fácil el serle obedientes. Al final lo único que el necesita de nosotros para obrar milagros, es nuestra confianza, nuestra fe en acción.

jueves, 12 de enero de 2017

Primer Principio, La Fe

tomado de: https://www.lds.org/media-library/images/category/artwork-of-jesus-christ



Como miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, nosotros consideramos constantemente el principio de la fe como parte importante y fundamental de nuestras creencias, poniendo como punto principal de la Fe, el creer en Jesucristo, en su obra, su misión y su expiación.

La Fe es el primer principio del evangelio, es este un principio de acción, no una creencia pasiva; el tener Fe en algo nos motiva a lograr todo lo que nos proponemos, porque sabemos que vale la pena o nos ayudara a ser mejores.
Al tener Fe en Jesucristo nosotros confiamos en Él, le seguimos al guardar sus mandamientos, hacemos todo lo que Él nos ha enseñado y nos sigue enseñando por medio de las escrituras y sus Profetas; confiamos en que Él comprende todo por lo que pasamos en esta vida, pruebas y aflicción, porque sabemos que Él las ha padecido por medio de su expiación; confiamos en que si hacemos lo correcto, podremos por medio de Él lograr la salvación.
Nosotros expresamos nuestra Fe en Él por la manera en que vivimos, las decisiones que tomamos y el trato que le damos a quienes nos rodean. A veces puede ser difícil seguir el ejemplo que Él nos dio, pero si tenemos el deseo sincero de seguirle, Él nos hace la promesa de que si confiamos en Él nos dará el poder de hacer todas las cosas que le sean convenientes (Moroni 7:33)
Me gusta mucho como el Profeta Alma habla de la Fe comparándola con una semilla, el menciona: “…si es una semilla verdadera, o semilla buena, y no la echáis fuera por vuestra incredulidad,…he aquí, empezara a hincharse en vuestro pecho, y al sentir esa sensación de crecimiento, empezareis a decir dentro de vosotros: Debe ser que esta es una semilla buena, por que empieza a ensanchar mi alma; sí, empieza a iluminar mi entendimiento; sí, empieza a ser deliciosa para mí.
He aquí, ¿No aumentaría esto vuestra Fe?...” (Alma 32:28-29)
A medida que nosotros leemos las escrituras esa semilla es plantada en nuestro pecho, la nutrimos al seguir leyendo las palabras de los profetas y al consultar al Amoroso Padre Eterno en el nombre de su Hijo, en quien confiamos; entonces esta semilla germina y comienza a crecer paso a paso, igual que una pequeña planta que requiere de amor, tiempo, paciencia y mucha luz, hasta hincharse, echar raíz, crecer y fortalecerse. La Fe debe ser nutrida con nuestras decisiones diarias; lo hacemos también al tomar la decisión de servir a nuestros semejantes; al asistir con regularidad a la iglesia, al renovar los convenios que hemos hecho con nuestro padre, al participar de la santa cena; al vivir los mandamientos con la convicción de que es lo correcto y nos sentiremos mejor; al ser dignos de tener una recomendación para el Templo e ir con regularidad a este sagrado lugar; al seguir el consejo de nuestros líderes, esto hará crecer poco a poco nuestra Fe y Testimonio y nos llenara de paz y gozo duradero.

Confiar en Cristo, es confiar también en el Plan que nuestro Padre Celestial creó para nosotros, para que viniéramos a esta tierra no a ser perfectos, pero si a aprender cómo podemos ser mejores; Él nos dio a su único hijo en la carne, Jesucristo para darnos el mejor ejemplo a seguir para saber lo que debemos hacer. Sabemos que a medida que reconozcamos la necesidad que tenemos de ser más como Cristo, nuestra Fe aumentara haciendo lo que le hemos visto hacer, y de esta manera ayudaremos a otras personas a que puedan conocer a Cristo, acercarse a Él y tener Fe.


miércoles, 11 de enero de 2017

Bienvenida

Hace ya varios meses que no hemos tenido la oportunidad de escribir en la página, pero tratando de cumplir con nuestro deber de compartir el evangelio con todos, retomamos ya con mayor compromiso de hacer de esta página una herramienta para que otras personas, en especial quienes no conocen, puedan conocer un poco más nuestras creencias y tengan el deseo sincero de conocer aún más.
Esta página, aunque con nombre de Mujer Lds, es una página creada para todos hombres y mujeres, no siendo esta una página oficial de la iglesia, si, con algunos contenidos tomados de las paginas oficiales que describiré al final de esta nota, pero muchas veces con testimonios y comentarios personales, sobre lo que hemos aprendido al leer las escrituras, escuchar los mensajes de las Autoridades Generales, o discursos dominicales, por lo que al igual que lo hacen los misioneros, les invitamos a no quedarse solamente con lo que les haya llamado la atención de la publicaciones, sino que también puedan buscar un testimonio personal por medio de la lectura de las escrituras y la oración personal. Esperamos esta página sea de su agrado y pueda llenar sus vidas de mensajes edificantes que puedan ayudarles en el día a día, y que puedan darle me gusta y compartirla con las personas que ustedes saben que pueden necesitar de estos mensajes, a fin de que esta llegue a mas personas.
Para consultar informacion oficial sobre la Iglesia y sus enseñanzas, visite: www.mormon.org, www.lds.org o www.mormonnewsroom.org